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lunes, 31 de octubre de 2011

Cuento moderno


INTRO:
Les quiero presentar cuatro historias muy comunes, todas ellas inspiradas en hechos reales. Cuatro historias de cuatro familias de una planta de un edificio cualquiera de una ciudad cualquiera de nuestro país, tal y en la situación en la que se encuentra ahora mismo.

Érase una vez una fortaleza en la que habitaban multitud de ciudadanos procedentes de diferentes lugares del mundo, lejanos y cercanos, fríos y cálidos. Cada uno tenía su historia:

3ºA
Érase una vez un rey rico que había heredado grandes riquezas en las que se contaban fortalezas y grandes caudales. Pero el rey rico vivía triste y solo y su riqueza no lo consolaba. Su reina había fallecido hacía años y su único hijo se había ido a vivir a otra ciudad. El hombre rico se sentía solo y esperaba con impaciencia la muerte. Su heredero volvería a casa para enterrarlo y poner la fortuna a su nombre.

3ºB
Érase una vez un humilde príncipe y una humilde princesa. Un día encontraron una lámpara mágica (o un banco) que les concedió tres deseos. Una vivienda, un coche y un espectacular viaje al Caribe. Pero sobre la lámpara había una maldición, La Maldición de la Crisis Económica. Con el tiempo el príncipe perdió su empleo; el empleo mileurista de temporada de la princesa pasó de ocho meses a cinco y sus caudales empezaron a ser insuficientes para echar en la ranura de la lámpara. Ambos, que habían comido perdices juntos, empezaron a pasar hambre y a malvivir y la lámpara se fue tiñendo de rojo, camino a la ruina total para el resto de sus vidas.

3ºC
Érase una vez un jeque que después de haberse embarcado en un navío, habiendo sorteado todo tipo de obstáculos arriesgando su vida, viento, marea, mafias, policía, etc., había llegado al paraíso. Allí había podido prosperar hasta convertirse en un ciudadano más de aquel lugar. Había incluso podido pagar el billete de barco, sin trepidantes ni arriesgadas aventuras a su mujer, a sus dos hijas y a su hijo.
Todos serían felices, pero no para siempre. Un día La Maldición de la Crisis Inmobiliaria caería sobre ellos y el jeque se quedaría sin trabajo. El valiente luchador no permitiría que sus amadas mujeres (esposa e hijas) trabajaran. El hijo sería el primero en abandonar el gremio de los estudiantes y unirse a su padre en la lucha contra la malvada serpiente del paro. Las hijas también deberían abandonar sus artes intelectuales para pronto convertirse en concubinas de señores menores y todos rezarían a su dios para no perder la fe.

3ºC
Érase una vez una bella sirena que fue engañada y pescada por unos piratas (o mafiosos). Después de abusos, llantos, sufrimientos, dolor y sangre hallaría la libertad. Continuaría ejerciendo su canto atrayendo a los marineros con su belleza pero consiguiendo una vida más o menos digna. Pero el espejismo desaparecería y se vería obligada a volver al mar para dejarse devorar por los tiburones a cambio de un techo y comida para su hijo bastardo.

--
Pero sobre ellos, en el altillo, una niña llamada Pandora había dejado una caja. Alguien la había abierto pero algo había quedado en su interior, pero cuando lo descubrieran tal vez sería demasiado tarde para algunos…


¿FIN?…no, todavía no.


3 comentarios:

  1. Me ha encantado.. esta caja de Pandora, no puede acabar aquí y aunque son más reales que la vida misma, quedan todavía algunos otros arquetipos, curiosos... no tienen desperdicio, ni la sirena ni el resto...

    muy bueno Pedro de lo mejor que te he leido..

    besos

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  2. Esta modalidad me encanta, muy buenos todos y con grandes reflexiones escritos con mucha creatividad.
    Muy buenos. Un fuerte abrazo!

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  3. Muy bueno el relato, breve y con gran contenido, vivo, interesante y con un suspense que deseamos se resuelva pronto.
    Abrazos

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